Ésta que aquí reproducimos es otra de las cartas ganadoras en el Concurso de Cartas Muertas de la Escuela. La escribió Antonio Miralles y el destinatario era otro Antonio, Antonio Machado.
Valencia, 26 de febrero de 1939
Apreciado y admirado Antonio Machado:
Me voy a presentar: soy Antonio Miralles, tengo 52 años y vivo en un pequeño pueblo de la provincia de Valencia llamado Massamagrell. Vivo en una pequeña casa que pertenecía a mi padre, que en paz descanse, con mi esposa, mis cuatro hijos y también con mi madre a la que cuidamos.
Le escribo esta carta para contarle que hace poco tiempo llegó a mis manos unas páginas del periódico La Vanguardia en el que leí un artículo publicado por usted. Todo fue de casualidad. Estaba yo ayudando a mi esposa en sus tareas, cuando ese día un señorito le ofreció limpiar una casa que desde hacía unos años no utilizaban. Mi mujer empezó por abajo y yo por arriba, y quitando papeles y polvo encontré unas hojas del periódico. Al principio no le hice mucho caso puesto que a duras penas sé leer y me cuesta tiempo y esfuerzo, pero al final me senté y lo ojeé. Y fue en ese momento cuando le conocí y supe de su existencia.
Quiero decirle también que el artículo que se llamaba Desde el mirador de la guerra me gustó mucho puesto que estaba lleno de ideas liberales y pensamientos republicanos, ideas que aquí donde vivo están desapareciendo con la guerra. Hace años era normal tener una conversación con la gente, cada uno tenía sus pensamientos pero todos coincidíamos en que la República era lo mejor que le podía pasar a España, una República en la que se reconocieran todos los derechos de los ciudadanos además de los derechos de la mujer –cosa que me parece estupendo porque tendría que conocer a mi esposa, es tan lista que no necesita ir a la escuela, sabe leer y escribir muy bien y además hace cuentas de cabeza, ha educado perfectamente a mis hijos y tiene unos valores y principios dignos de admirar para los tiempos que corren-.
Pero bueno, volviendo al tema: sólo quería reiterarle la gran ilusión que me hizo conocerle y saber de usted. A partir de aquel día que le estaba diciendo, me interesé mucho en su vida, intenté recabar más información sobre quién era esa persona con esos pensamientos tan claros y que además se atrevía a exponerlos públicamente sin miedo a la represión que eso pudiera conllevar. Me enteré de que era un reconocidísimo escritor y poeta y quiero pedirle disculpas puesto que la poesía no es lo mío y no he leído ningún poema suyo, pero algún día lo haré. También me he enterado de que fue maestro de escuela, y no sabe cómo me hubiera gustado que mis niños hubieran ido a educarse con usted, les habría enseñado mucho y ahora tendrían una oportunidad. Pero bueno, ya no es posible puesto que también me enteré de que se mudó a vivir a Barcelona.
Deseo que la guerra termine pronto, con la victoria de los nuestros aunque dudo mucho que eso ocurra puesto que los acontecimientos que se están sucediendo no son favorables y desgraciadamente nuestro bando ya no tiene fuerzas para continuar luchando, pero tengo todavía esperanza.
Por último, quería comunicarle que sería un gran honor tanto para mí como para mi familia invitarle a comer una buena paella o lo que quiera. Nosotros estaríamos encantados. También le podría acompañar a conocer los alrededores, haría de guía con mucho gusto. Por supuesto no hace falta decir que también están invitados toda su familia, amigos y camaradas, incluso se podría organizar una pequeña fiesta en su nombre.
Me despido de usted deseoso de tener noticias pronto.
Un abrazo y un cordial saludo.
Su camarada Antonio.
¡Viva la República!
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