Los alumnos/as de GES de la Escuela han leído Un viejo que leía novelas de amor de Luis de Sepúlveda. El curso pasado otros/as también lo leyeron. Desde esta entrada del blog, puedes comentar lo que quieras al respecto de esta novela.
La historia transcurre en un poblado amazónico denominado El idilio, donde dos veces por año, remontando el rió Nangaritza a bordo de la embarcación sucre, reciben la visita del Dr. Loachamín médico dentista, y poco amigo de cuanto suena a autoridad. No lejos del poblado, a pocos kilómetros, se hallan yacimientos de oro, a la que han acudido gringos y colonos procedentes de lugares lejanos, con el fin de obtener riquezas, sin importarles en absoluto el precio que para ello se tengan que cobrar. En el Idilio habitan dos personajes peculiares, por una parte tenemos al Alcalde, máxima autoridad en un lugar apartado del mundo como para ser controlado. La repugnancia de este personaje viene dada por su caracterización de obeso y sudoroso, junto a su ineptitud para todo, y comportamientos inexpertos para el lugar donde reside. Y por otra, el viejo Antonio José Bolívar natural de un pueblo serrano llamado San Luis, el cual abandona junto a su mujer Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo, huyendo de las habladurías de sus gentes, al no quedar embarazada, tras haberlo intentado por todos los medios posibles. Y se traslada como colono al Idilio donde le asignan dos hectáreas de selva. En una de esas visitas del sucre al Idilio, estando el Dr. Loachamín con el viejo hablando de sus cosas, antes de que zarpe el barco de nuevo, aparecen dos canoas portando el cadáver de un gringo, lo traían unos shuar, que al parecer lo habían encontrado río arriba. La intención es que el sucre se lleve el cadáver, pero para ello, El Alcalde hará uso de su poder, e intentará por todos los medios, culpabilizar de la muerte del gringo a los shuar, sin apenas contrastar pruebas, necesita una cabeza de turco a toda costa y en este caso le viene de anillo al dedo, responsabilizar a los indígenas shuar, salvajes sin escrúpulos desde su punto de vista, y de ese modo poner fin al asunto. Pero surge la figura del viejo, que con sus conocimientos, y tras haber formado parte durante unos años de la tribu shuar, cuestiona el móvil del asesinato del gringo por parte de los shuar, y con buenas dotes de investigador criminalista, deja por los suelos la versión del Alcalde, ridiculizando sus nefastos argumentos para mayor desesperación de éste. Al gringo lo ha matado un tigre, las señales de su cuerpo lo delatan, haciendo gala de la violación de los espacios naturales y de su flora y fauna, este individuo ha asesinado sin escrúpulos a los cachorros tigresos. Para hacerse con sus pieles. En consecuencia, ha pagado con su muerte, su intromisión a un espacio que no le pertenece, y el asesinato de los cachorros.
A partir de ahí, y hasta el final de la historia, irán apareciendo diferentes cadáveres, fruto de la rabia de la tigresa para vengar la muerte de sus crías, en manos de unos insensatos sin escrúpulos. El despertar de la tigresa, a la agresividad hacia los humanos por acciones que no respetan ningún tipo de limites hacia la vida animal, ellos los gringos estupidos que violan las leyes de la selva, intentando domarla de un modo violento y arrasador, lucrándose de sus riquezas sin importarles las consecuencias. La poca afinidad entre el alcalde y el viejo, y los chantajes a los que lo somete, lo lleva a unirse a la expedición para dar caza a la tigresa, aunque si el viejo pudiese elegir, jamás formaría parte de esa batida, pues siente respeto y lastima por lo que le ha sucedido a la tigresa, al mismo tiempo que miedo por enfrentarse a un animal de tal calibre. Tras diversos días de búsqueda , y después de haber perdido varias oportunidades de enfrentarse al animal, por las estupideces cometidas por el alcalde, este decide que el y el grupo sobran, que no saben desplazarse ni adaptarse a la selva, y que será más sencillo darle caza si esta solo el viejo. De ese modo se establece una relación entre el animal y el viejo , marcada por la estrategia que la tigresa establece, para de una parte dar fin a un malherido tigre que acompañaba a sus crías cuando el gringo los mato, y de otra su propia y personal venganza de matar cuanto humano se cruce por su camino consecuencia de un odio más que justificado. En un mano a mano en el que sale venciendo el viejo.
Lo verdaderamente significativo del personaje del viejo, es su afán por la lectura. Que hace que nos enternezcamos cuando descubre que es capaz de poder leer. Como se interesa y logra por todos los medios, contactar con la literatura y poder seleccionar el genero que mas le pueda motivar en su lectura, que en este caso, y para darle mas sensibilidad al personaje son novelas de amor, pero del amor que duele… No olvidemos que José Bolívar es un sentimental que huyendo de los rumores provocados por no quedar embarazada su esposa, abandona el pueblo que los ha visto nacer, para trasladarse con ella fuera del alcance de esos comentarios, a la selva en concreto al idilio, donde tras unos años de estancia tratándose de adaptar al nuevo entorno, sin conseguirlo, pasando la mil penurias, ella enferma de malaria abandonado la selva y al marido, para posteriormente fallecer. Dejando desolado a su estimado José. Por eso las novelas de amor le acompañaran de por vida, en aquellos días largos lluviosos que su vida le depare, releyéndolas las veces que considere oportuno, porque ya en su anciana edad, su verdadera y real motivación son esas dos novelas, que fielmente y dos veces al año, le proporciona su estimado amigo el dentista Dr. Loachamin , y que por momentos lo trasladan a una realidad feliz en lugares remotos y desconocidos. Para perderse en un viaje de ilusiones placenteras.
UN VIEJO QUE LEIA NOVELAS DE AMOR
ResponderEliminarLa historia transcurre en un poblado amazónico denominado El idilio, donde dos veces por año, remontando el rió Nangaritza a bordo de la embarcación sucre, reciben la visita del Dr. Loachamín médico dentista, y poco amigo de cuanto suena a autoridad. No lejos del poblado, a pocos kilómetros, se hallan yacimientos de oro, a la que han acudido gringos y colonos procedentes de lugares lejanos, con el fin de obtener riquezas, sin importarles en absoluto el precio que para ello se tengan que cobrar. En el Idilio habitan dos personajes peculiares, por una parte tenemos al Alcalde, máxima autoridad en un lugar apartado del mundo como para ser controlado. La repugnancia de este personaje viene dada por su caracterización de obeso y sudoroso, junto a su ineptitud para todo, y comportamientos inexpertos para el lugar donde reside. Y por otra, el viejo Antonio José Bolívar natural de un pueblo serrano llamado San Luis, el cual abandona junto a su mujer Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo, huyendo de las habladurías de sus gentes, al no quedar embarazada, tras haberlo intentado por todos los medios posibles. Y se traslada como colono al Idilio donde le asignan dos hectáreas de selva.
En una de esas visitas del sucre al Idilio, estando el Dr. Loachamín con el viejo hablando de sus cosas, antes de que zarpe el barco de nuevo, aparecen dos canoas portando el cadáver de un gringo, lo traían unos shuar, que al parecer lo habían encontrado río arriba. La intención es que el sucre se lleve el cadáver, pero para ello, El Alcalde hará uso de su poder, e intentará por todos los medios, culpabilizar de la muerte del gringo a los shuar, sin apenas contrastar pruebas, necesita una cabeza de turco a toda costa y en este caso le viene de anillo al dedo, responsabilizar a los indígenas shuar, salvajes sin escrúpulos desde su punto de vista, y de ese modo poner fin al asunto. Pero surge la figura del viejo, que con sus conocimientos, y tras haber formado parte durante unos años de la tribu shuar, cuestiona el móvil del asesinato del gringo por parte de los shuar, y con buenas dotes de investigador criminalista, deja por los suelos la versión del Alcalde, ridiculizando sus nefastos argumentos para mayor desesperación de éste. Al gringo lo ha matado un tigre, las señales de su cuerpo lo delatan, haciendo gala de la violación de los espacios naturales y de su flora y fauna, este individuo ha asesinado sin escrúpulos a los cachorros tigresos. Para hacerse con sus pieles. En consecuencia, ha pagado con su muerte, su intromisión a un espacio que no le pertenece, y el asesinato de los cachorros.
A partir de ahí, y hasta el final de la historia, irán apareciendo diferentes cadáveres, fruto de la rabia de la tigresa para vengar la muerte de sus crías, en manos de unos insensatos sin escrúpulos. El despertar de la tigresa, a la agresividad hacia los humanos por acciones que no respetan ningún tipo de limites hacia la vida animal, ellos los gringos estupidos que violan las leyes de la selva, intentando domarla de un modo violento y arrasador, lucrándose de sus riquezas sin importarles las consecuencias. La poca afinidad entre el alcalde y el viejo, y los chantajes a los que lo somete, lo lleva a unirse a la expedición para dar caza a la tigresa, aunque si el viejo pudiese elegir, jamás formaría parte de esa batida, pues siente respeto y lastima por lo que le ha sucedido a la tigresa, al mismo tiempo que miedo por enfrentarse a un animal de tal calibre. Tras diversos días de búsqueda , y después de haber perdido varias oportunidades de enfrentarse al animal, por las estupideces cometidas por el alcalde, este decide que el y el grupo sobran, que no saben desplazarse ni adaptarse a la selva, y que será más sencillo darle caza si esta solo el viejo. De ese modo se establece una relación entre el animal y el viejo , marcada por la estrategia que la tigresa establece, para de una parte dar fin a un malherido tigre que acompañaba a sus crías cuando el gringo los mato, y de otra su propia y personal venganza de matar cuanto humano se cruce por su camino consecuencia de un odio más que justificado. En un mano a mano en el que sale venciendo el viejo.
Lo verdaderamente significativo del personaje del viejo, es su afán por la lectura. Que hace que nos enternezcamos cuando descubre que es capaz de poder leer. Como se interesa y logra por todos los medios, contactar con la literatura y poder seleccionar el genero que mas le pueda motivar en su lectura, que en este caso, y para darle mas sensibilidad al personaje son novelas de amor, pero del amor que duele…
No olvidemos que José Bolívar es un sentimental que huyendo de los rumores provocados por no quedar embarazada su esposa, abandona el pueblo que los ha visto nacer, para trasladarse con ella fuera del alcance de esos comentarios, a la selva en concreto al idilio, donde tras unos años de estancia tratándose de adaptar al nuevo entorno, sin conseguirlo, pasando la mil penurias, ella enferma de malaria abandonado la selva y al marido, para posteriormente fallecer. Dejando desolado a su estimado José.
Por eso las novelas de amor le acompañaran de por vida, en aquellos días largos lluviosos que su vida le depare, releyéndolas las veces que considere oportuno, porque ya en su anciana edad, su verdadera y real motivación son esas dos novelas, que fielmente y dos veces al año, le proporciona su estimado amigo el dentista Dr. Loachamin , y que por momentos lo trasladan a una realidad feliz en lugares remotos y desconocidos. Para perderse en un viaje de ilusiones placenteras.
L.N